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En Fátima, junto a Nuestra Señora

 

Encuentro del 12 al 13 de octubre de 2014

 

La Casa «Domus Carmeli» en Fátima, Portugal, ha acogido un nuevo encuentro de responsables de la coordinación y organización de las peregrinaciones a Prado Nuevo desde Portugal. Para el bien de las almas.

 

Con el objetivo de seguir tendiendo puentes y consolidar la estructura internacional de la Obra de la Virgen de El Escorial, una delegación se desplazó al santuario mariano de Fátima y pudo participar en este entrañable encuentro, junto con responsables de la zona norte de Portugal, de Lisboa y del Sur, encabezados por el Dr. Manuel Nogueira, presidente de la Asociación «Virgem das Dores de Prado Novo do Escorial» de Portugal. Acompañaban a Manuel un grupo de una docena de peregrinos comprometidos con las peregrinaciones a El Escorial y colaboradores fieles de la Asociación portuguesa.

 

Con la Asociación «Virgem das Dores de Prado Novo do Escorial »

Misa celebrada durante el encuentro

El encuentro empezó a entrar en materia con la palabra de Dios: «A vino nuevo, odres nuevos»… «Nos encontramos en una nueva etapa: no hay que mirar atrás», afirmó Manuel Nogueira, proponiendo, a continuación, con entusiasmo los objetivos más inminentes de cara a fomentar el amor a Nuestra Señora de los Dolores, bajo esta advocación milenaria, según emana de los mensajes de Prado Nuevo.

El padre José María agradeció en su intervención el poder estar en aquel lugar mariano tan especial con este grupo de los más estrechos colaboradores de la Asociación «Virgem das Dores». Expuso que le alegraba este encuentro entre hermanos en Cristo, movidos por el amor a la Virgen, ya que los primeros sábados es complicado hablar con detenimiento, debido a las confesiones, misas y la atención pastoral que se requiere en Prado Nuevo, además de otras atenciones que los sacerdotes reparadores realizan los fines de semana. Tras una breve cita histórica de los acontecimientos sobre la evolución del estudio de los mensajes y los informes teológicos favorables que se elaboraron, relató pormenorizadamente los pasos y postura de la Iglesia en relación con Prado Nuevo. Destacó como detalle fundamental, resaltado por los mismos obispos que conocieron a Luz Amparo, la fiel y sumisa obediencia de esta alma de Dios a los pastores de la Iglesia. «Hay otras supuestas apariciones —indicó— que se han perdido por falta de obediencia». Agradeció que el Sr. Cardenal de Madrid diera pasos importantes con relación a las manifestaciones de la Virgen, como la aprobación de la Misa los primeros sábados, la concesión a sacerdotes y religiosos(as) para participar en Prado Nuevo de todos los actos piadosos allí celebrados, el permiso para construir la Capilla, así como su bendición para la celebración habitual del culto en ese santo recinto.

Centrándose en el papel fundamental de los coordinadores, el padre José María dio lectura a un fragmento del mensaje del 5 de junio de 1999, en el que se ofrecen unas pautas para estos peregrinos comprometidos, donde se insiste en la paz, en que todo se realice para gloria de Dios, no para beneficio propio, sino para bien de las almas.

Destacó la importante tarea del acompañamiento vocacional, pues Portugal ha aportado ya veinticinco vocaciones a las distintas ramas de la Asociación religiosa de Prado Nuevo: diecisiete hermanas reparadoras, tres sacerdotes y cinco jóvenes vocacionales. Todos al servicio de la Iglesia.

 

Prado Nuevo, un centro de evangelización mariano

Por último, como proyección de futuro, afirmó el padre José María que Prado Nuevo estaba llamado a ser un centro de evangelización para el mundo, si nos atenemos a las hermosas perspectivas que conlleva el mensaje mariano de este bendito lugar. Se trata de ir haciendo realidad las peticiones realizadas por Nuestra Señora: meditar asiduamente la Pasión del Señor, exposición habitual del Santísimo, retiros y ejercicios espirituales, etc. Las gestiones para poder construir la Capilla definitiva pedida por la Virgen ya están en marcha y van por buen camino. «Pido oraciones —concluyó el sacerdote— para que se pueda cumplir todo aquello que la Virgen ha pedido».

Para terminar ese encuentro, esa noche se acudió al Rosario y procesión de velas, en medio de la lluvia; y al día siguiente, a la Misa solemne en el Santuario en conmemoración de la última aparición de la Virgen de Fátima a los tres pastorcitos.

 

 

(Revista Prado Nuevo nº 16. Apostolado) 

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