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Muere Antonio Astillero, un sacerdote «permanentemente preocupado por la Almudena»

Este miércoles, 13 de julio, ha fallecido en el Hospital La Milagrosa de Madrid el sacerdote Antonio Astillero, quien, entre otras responsabilidades, fue presidente de la Junta Técnica para la Terminación de las Obras de la catedral de la Almudena y deán de la misma.

El velatorio será en la cripta de la catedral a partir de este jueves, 14 de julio, a las 18:00 horas. El arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, presidirá la Misa funeral este viernes, 15 de julio, a las 12:00 horas en el templo y a continuación tendrá lugar el entierro en la sepultura familiar.

Orgulloso daimieleño

Astillero nació el 29 de junio de 1927 en Daimiel (Ciudad Real). Su ordenación sacerdotal, en el año 1952, tuvo lugar en el Congreso Eucarístico de Barcelona. Sus primeros pasos en Madrid fueron como párroco de San Pedro Apóstol, de Fuente del Fresno (1952-1954), como capellán de las Clarisas Descalzas Reales (1954-1965) y, después, como primer párroco de Nuestra Señora de las Delicias (1965-1985).

En tiempos del cardenal Ángel Suquía fue vicario de la Vicaría VII (1985-1995) y, después, con el cardenal Antonio María Rouco Varela, se puso al frente de la Vicaría de Actos Públicos (1995-2012). Desde esos cargos fue clave en las visitas del Papa san Juan Pablo II a Madrid en 1982, 1993 y 2003.

En este contexto fue elegido presidente de la Junta Técnica para la Terminación de las Obras de la catedral, canónigo de la misma desde 1995 y deán (1996-2012). También fue, entre 1995 y2016, párroco de la cripta de la Almudena, donde coincidió tanto con el cardenal Antonio María Rouco Varela como con el cardenal Carlos Osoro. «Don Antonio Astillero ha estado permanentemente preocupado por la Almudena», en palabras del exalcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano en Alfa y Omega con motivo del 25 aniversario de la catedral.

En su despedida de la cripta, el propio Astillero aseguró en los micrófonos de COPE que «todo lo que he hecho ha sido con mucho amor y entrega al Señor, siempre para alabanza de su gloria, no de los demás, no mía sino suya».

Recordando su juventud, también señaló que «los hijos de Daimiel decidimos, al ver que muchos venían a Madrid por razones de necesidad, para poder subsistir después de la guerra, fundar la Asociación de Daimieleños Residentes en Madrid bajo el patrocinio de nuestra patrona la Virgen de las Cruces». «Siempre abiertos a los demás, porque esta es la misión del Señor: “Id a todo el mundo, predicad el Evangelio”. En eso estamos y con esa fe quiero morir», aseveró.

Entre otros reconocimientos, Astillero era protonotario apostólico de Su Santidad, fue nombrado hijo predilecto de Daimiel y recibió la Medalla al Mérito Social concedida por el Ayuntamiento de Madrid.