Una iniciativa de los peregrinos y la bendición de la Iglesia
El 1 de diciembre de 1993, el alcalde Mariano Rodríguez y los propietarios de Prado Nuevo firman un convenio urbanístico, mediante el cual la Propiedad cede al Ayuntamiento un total de 65 hectáreas a cambio de la recalificación de 35.000 m2 como suelo urbanizable. Los planes del equipo de gobierno escurialense, en relación con este terreno, se irían desvelando cada vez más hostiles al hecho religioso.
En medio de un escenario cada vez más adverso, surge una iniciativa entre los peregrinos: el 7 de diciembre de 1993, se constituye la «Asociación Internacional de Amigos de Prado Nuevo», que queda inscrita en el Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior español. Entre sus fines, destacan la ayuda a las personas más necesitadas, el fomento de las actividades relacionadas con Prado Nuevo y la preservación del medio ambiente y el entorno natural.
Antes de finalizar el año, la Jerarquía de la Iglesia muestra su apoyo con un gesto sencillo, pero significativo, que no deja lugar a dudas: el 27 de diciembre, el Cardenal Arzobispo de Madrid, D. Ángel Suquía (†), visita en El Escorial, durante más de cinco horas, las instalaciones de la Obra fundada por Luz Amparo. Junto al Vicario de la Zona y el Vicecanciller del Arzobispado, el Cardenal celebra una Misa en la que se explaya durante la homilía alentando y bendiciendo a los miembros de la Obra naciente.
Los acontecimientos se precipitan
En 1994, los sucesos se precipitan vertiginosamente: el Alcalde y su equipo de gobierno comienzan un ataque frontal contra la aparición de la Virgen en Prado Nuevo: el 3 de febrero, fi jan grandes carteles prohibiendo la entrada a la finca.
Providencialmente, por esas fechas, es adquirida la nave «PLEMA» (ahora conocida como Centro de acogida a peregrinos «Ave María»), que había sido utilizada por una cooperativa lechera y que, a partir del 5 de febrero de 1994, día en el que se inauguró, se transforma en lugar de reunión de los peregrinos y punto de encuentro para el apostolado.
El día 9 de febrero, agentes municipales cierran el paso de acceso subterráneo bajo la carretera, que enlaza las dos partes divididas de Prado Nuevo. El 10 de febrero, operarios del Ayuntamiento, por orden del Alcalde, retiran la capillita con la imagen de la Virgen situada sobre la copa del fresno de la aparición.
Ante el hecho, un peregrino habitual de Prado Nuevo manifiesta —como un compromiso—: «Siempre va a haber una capilla en el fresno». Así ocurrió: sucesivamente, hasta en doce ocasiones, son retiradas las capillitas con la imagen de la Virgen, que los peregrinos van reponiendo, cada vez, sobre el árbol de la aparición.
Iniciado el mes de marzo de 1994, se suceden los siguientes acontecimientos: El día 5, el Alcalde prohíbe la instalación del puesto de la Cruz Roja en el lugar habitual de Prado Nuevo, lo que se venía haciendo todos los primeros sábados. Se multiplican las manifestaciones y toda suerte de agresiones contra quienes acuden pacíficamente a rezar; proliferan las causas y condenas ante los tribunales de Justicia…
El 10 de marzo, por mandato también de la autoridad municipal, se ordena cavar los huecos para los postes de una alambrada que rodeará la finca. El día 14, los devotos convocan un acto de desagravio en Prado Nuevo; uno de los peregrinos es agredido por un cabo de la policía municipal de paisano. El día 15 por la noche, rondando las 24 horas, como acto pacífico de protesta, se reza un Rosario ante el Ayuntamiento, a donde acuden varios centenares de personas.
El 16 de marzo, a las 16:50 h., se cerca Prado Nuevo con una valla metálica, para impedir el acceso al fresno de la aparición, mientras desde el arcén los peregrinos rezan el Rosario. Ese mismo día, a las 22:30 horas, durante un acto de desagravio a la Santísima Virgen, y mientras se rezaba el Rosario y el Vía Crucis, irrumpió el Alcalde acompañado de unos veinticinco jóvenes. Se mezclan entre los devotos profiriendo insultos, empujando y provocando para impedir el acto religioso y pacífico.
Titular en el ABC
El día 17 de marzo, los medios se hacen eco de lo que viene sucediendo. El diario ABC de Madrid dedica la portada a los hechos con el título: «EL
ALCALDE PONE CERCO A LAS APARICIONES DE EL ESCORIAL». Y consigna en la entradilla, haciendo un paralelismo con las revelaciones de Lourdes: «El alcalde socialista de El Escorial, Mariano Rodríguez, ha cumplido su amenaza de vallar el Prado Nuevo, el lugar donde dicen que se aparece la Virgen y que congrega a miles de fi eles, especialmente los primeros sábados de cada mes. El edil, como otro paso en su campaña sistemática para intentar acallar el fenómeno, ha levantado una cerca metálica bajo la vigilancia de la Guardia Civil y de la Policía Municipal. La valla, como ya ocurriera en otro tiempo con la gruta de las apariciones de Lourdes, ha cerrado el paso al lugar». A lo largo del mes, se sucedieron extorsiones y provocaciones sin más respuesta, por parte de los peregrinos, que la oración desde los arcenes de la carretera adyacente a Prado Nuevo. A tal grado llegó la tensión, que tuvo que intervenir, en varias ocasiones, el cuerpo especial de la Guardia Civil: GRS (Grupo de Reserva y Seguridad). Para la oración multitudinaria de los primeros sábados, durante muchos meses, hubo que solicitar al Delegado de Gobierno, mediante un escrito, que autorizase el corte de la carretera durante el rezo del Rosario. Estos permisos fueron denegados una vez tras otra, pero al recurrir al Tribunal Superior de Justicia, éste, al no encontrar razones para tal denegación, concedía el permiso, a veces pocas horas antes del rezo del Rosario.
(Revista Prado Nuevo nº 31. Artículos)