XXXII Domingo del Tiempo Ordinario (C)
EVANGELIO No es Dios de muertos, sino de vivos (cf. Lc 20, 27-38)
EVANGELIO No es Dios de muertos, sino de vivos (cf. Lc 20, 27-38)
EVANGELIO El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido (cf. Lc 19, 1-10)
EVANGELIO El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo, no (Lc 18, 9-14)
EVANGELIO Dios hará justicia a sus elegidos que claman ante Él (cf. Lc 18, 1-8)
EVANGELIO ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios? (cf. Lc 17, 11-19)
EVANGELIO ¡Si tuvierais fe…! (cf. Lc 17, 5-10)
EVANGELIO Recibiste bienes, y Lázaro males: ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado (cf. Lc 16, 19-31)
EVANGELIO (forma larga) No podéis servir a Dios y al dinero (cf. Lc 16, 1-13)
EVANGELIO El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío (cf. Lc 14, 25-33)
EVANGELIO El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido (cf. Lc 14, 1. 7-14)