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20 años de colaboración con la Parroquia de «Ntra. Sra. de la Concepción de Pueblo Nuevo» (Madrid)

Veinte años dan para mucho: servicio de orden, costaleros, apoyo logístico o participación litúrgica son algunas de las tareas que los jóvenes de El Escorial han desarrollado de forma desinteresada y con el único objetivo de servir a la Iglesia.

 

Celebrando el Domingo de Ramos.

Un origen fruto de la Providencia

No se había erigido canónicamente la Asociación Pública de Fieles «Reparadores», cuando en el año 1992, desde la incipiente Comunidad Familiar de El Escorial, los jóvenes en ella integrados comenzaron a colaborar en los actos públicos de la Archidiócesis de Madrid. En aquellos años, de la mano de Marcos Ballesteros y del entonces Vicario, D. Antonio Astilleros, «los chicos de El Escorial» prestaron sin horario y desinteresadamente un buen ramillete de servicios que, si hubiera que relatarlos, darían para una serie de artículos. Esa relación de servicios, providencialmente, se vio ampliada cuando en la Parroquia de «Ntra. Sra de la Concepción», se vieron en la necesidad de solicitar colaboración para los actos de Semana Santa; concretamente, para sacar las procesiones del Santísimo Cristo del Desamparo y de su Madre, la Virgen Dolorosa.

Ayudar a los párrocos

Como no podía ser de otra forma, Luz Amparo impulsó esa vía de colaboración eclesial, germen de la desarrollada en todos estos años en decenas de parroquias de Madrid y en los lugares de origen de los peregrinos de Prado Nuevo, que siempre tienen presente ese empeño que ella tenía en que ningún párroco se quedara sin un apoyo de los feligreses para la limpieza del templo, el cuidado de los ornamentos del sacerdote o para tareas de diversa índole que surgen en cualquier parroquia.

Las procesiones se fueron repitiendo año tras año y la colaboración se fue estrechando: la Virgen necesitaba unas andas donde poder procesionar dignamente. Una parte de los jóvenes de la Asociación, que todos los años colaboraban en Semana Santa, trabaja en una taller de mecánica, chapa y pintura; al ver la necesitad, se prestaron a realizar una estructura digna para llevar la imagen de la Madre de Dios.

Semana Santa

En la siguiente etapa, la colaboración anual se amplió al Domingo de Ramos: ramos de olivo, megafonía, servicio de orden… La Parroquia llevaba su ritmo y crecían los feligreses y los actos puestos en marcha por el párroco. Se decidió sacar a la calle los actos del Domingo de Ramos: la presencia de la Iglesia en las calles es fundamental; supone una llamada al corazón de los fieles, saliéndoles al paso en su mismo barrio. Unas veces con Misa y procesión; otras, solo con una sencilla Liturgia de la Palabra y procesión, pero el caso es que hasta la fecha se ha seguido colaborando para la gloria de Dios.

Colaborando con la megafonía en una celebración.

Hermandad del Santísimo Cristo del Desamparo y de la Virgen de los Dolores

Una hermandad es una asociación religiosa legalmente constituida en su Diócesis, que encuentra su razón de ser en procesionar y venerar imágenes, en la propagación del culto litúrgico y de las devociones más arraigadas entre el Pueblo de Dios, entre otras actividades. Las hermandades fueron creadas para integrar en ellas a individuos de diferentes profesiones, tipos sociales y razas. En la actualidad, se rigen por estatutos aprobados por el Obispo diocesano.

La Hermandad del Cristo del Desamparo y de la Virgen de los Dolores la preside Marcos Ballesteros. Su actividad se desarrolla en sintonía con la actividad parroquial, porque entre sus objetivos está el servicio a la Iglesia y a la Parroquia en la que se encuentra integrada. Prácticamente en todas las actividades parroquiales y en el día a día hay miembros de la Hermandad realizando ese necesario apoyo al párroco y haciendo posible el crecimiento de la Parroquia.

Su participación se hace mas visible en actos como los de la Semana Santa, en los que todo el mundo puede ver a la Junta Directiva y al resto de hermanos procesionando juntos, pero su tarea se desarrolla durante todo el año, siendo levadura para el conjunto de la Comunidad Parroquial.

Las Oblatas de Cristo Sacerdote

Una comunidad religiosa muy unida a la Parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción, tanto por su proximidad física como por su relación, es la Congregación de HH. Oblatas de Cristo Sacerdote nacida en Madrid en 1938. Sus fundadores, D. José María García Lahiguera y María del Carmen Hidalgo de Caviedes y Gómez, sintieron profundamente la necesidad de sacerdotes santos en la Iglesia y captaron con fuerza el latido del Corazón de Cristo en el momento cumbre de su entrega. En esta congregación religiosa, de vida íntegramente contemplativa, las oblatas viven entregadas totalmente a Dios «en la soledad y en el silencio, en la oración constante y austera penitencia». De la Parroquia ha salido alguna vocación a la vida contemplativa y lógicamente ha encontrado su plena realización en las Oblatas de Cristo Sacerdote.

De la misma manera en que la Obra de El Escorial atiende las necesidades de la Parroquia, siempre que las Oblatas han tenido alguna necesidad han encontrado en la Comunidad Familiar un apoyo: colaboración en las celebraciones, aportación de alimentos y otros servicios, que han estrechado los lazos de la Asociación de Reparadores con esta Institución, que, además, tiene colaboradores que comparten el amor a la Virgen en su advocación de Dolorosa y el carisma reparador de Prado Nuevo de El Escorial.

Veinte años que han dado para mucho; un tiempo en el que se concreta y materializa uno de los aspectos en los que más ha insistido Luz Amparo: la necesidad de realizar un servicio a la Iglesia con nuestro carisma; no en vano, ella misma decía que “hay que ser Iglesia antes que alma”.

 

 

(Revista Prado Nuevo nº 23. Artículo)

 

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