A continuación transcribimos un examen de conciencia hecho por Luz Amparo Cuevas.
¿Qué sería de mí, mi Dios, si esta noche he de morir y comparecer ante vuestro divino tribunal a dar cuenta si estoy en gracia o en pecado mortal?
¿Me he levantado sin pereza?
¿Fue mi primer pensamiento para Dios?
¿He procurado estar atento en misa?
¿He procurado rezar con devoción?
¿He pensado en Dios a lo largo del día?
¿He hecho actos de reparación?
¿He sido puntual?
¿He procurado ayudar a los demás en sus necesidades?
¿He sido paciente?
¿He estado alegre?
¿Renuncio a mi parecer?
¿He sido curioso?
¿He sido humilde?
¿Acepto la voluntad de Dios?
¿He tenido arrepentimiento?
¿He tenido pureza de intención?
¿Sufro a solas con el Señor?
¿He guardado el silencio?
¿Rechazo las tentaciones?
¿Qué Respondo? ¡Ay de mí, que juicio tan riguroso me espera y cuanto he de temer si no me arrepiento y enmiendo ahora que tengo tiempo!
Luz Amparo Cuevas
Examen de conciencia completo
I.- Dice el Señor: “Amarás a tu Dios con todo el corazón”
- ¿Tengo presente a Dios en mi vida? ¿Le amo sobre todas las cosas? ¿Pongo en Él mi confianza y le busco por encima de todo?
- ¿Dedico algún tiempo a la oración y a la lectura de la Palabra de Dios? ¿Participo en la oración de la Iglesia, especialmente en la Eucaristía del Domingo?
- ¿Me preocupo por mi formación cristiana, cultivando y profundizando mi fe? ¿Me adhiero firmemente a la doctrina de la Iglesia y cumplo sus mandamientos?
- ¿He manifestado mi condición de cristiano en la vida pública y privada, dando así testimonio del Evangelio?
- ¿Tengo reverencia y amor al nombre de Dios, o le ofendo con blasfemias, juramentos falsos o usando su nombre en vano? ¿He actuado de igual modo con la Virgen María y los santos?
- ¿Participo en la vida y las tareas de la Iglesia? ¿Colaboro económicamente para sostener sus necesidades?
II.- Dice el Señor: “Amaos unos a otros como yo os he amado”
- ¿Tengo auténtico amor a mi prójimo? ¿Me porto con los demás como quiero que ellos se porten conmigo? ¿Utilizo a los otros para mis fines y provecho? ¿He dado cauce al odio, al rencor, o he sabido perdonar las injurias y ofensas por el amor de Cristo?
- ¿He escandalizado a otros gravemente con mis palabras o mis acciones?
- En la familia, ¿fomento el amor, el respeto, la comprensión, la colaboración y el perdón?
- Como esposo/a, ¿soy fiel a mi cónyuge de obra y de deseo? ¿Me preocupo de su bienestar? Como padre/madre, ¿me preocupo de la educación de los hijos? ¿Les doy un buen ejemplo de vida humana y cristiana? Como hijo/a, ¿me intereso por los problemas de la familia? ¿Respeto a mis padres y dialogo con ellos?
- ¿He causado daño a la vida, la integridad física, la fama, el honor o los bienes de otros? ¿He faltado a la caridad criticando o haciendo juicios de la vida de otras personas? ¿He procurado, colaborado o inducido al aborto? ¿He puesto en peligro mi vida o la de otros conduciendo peligrosamente un vehículo?
- ¿He robado o deseado injusta y desordenadamente los bienes de los demás, o les he causado perjuicios? ¿He procurado restituir y reparar los daños?
- ¿Comparto mis bienes con los que están más necesitados que yo? ¿Obro con justicia en mi profesión? ¿Cumplo mi trabajo o mi estudio con eficacia y dedicación?
- ¿Defiendo a los oprimidos, visito a los enfermos, ayudo a los necesitados y a los que lo pasan mal, o me desentiendo de ellos?
- ¿Cumplo mis deberes cívicos? ¿Pago mis impuestos según lo que me corresponde?
- ¿He mentido? ¿He faltado a la verdad y a la fidelidad con perjuicio de otros? ¿He calumniado, difamado, he dado falso testimonio o violado algún secreto?
III.- Dice el Señor: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”
- ¿Vivo verdaderamente como cristiano y me esfuerzo por orientar mi vida hacia Dios?
- ¿Qué uso hago de los dones que Dios me ha dado? ¿Rindo debidamente en el trabajo, en el estudio? ¿Soy perezoso y abandonado?
- ¿He actuado en contra de mi conciencia por miedo, por respeto humano o por hipocresía?
- ¿Me acepto a mí mismo y a mis limitaciones? ¿Reconozco y trato de corregir mis defectos?
- ¿Soporto con paciencia los dolores y contrariedades de la vida? ¿Mortifico mi cuerpo, o me doy todos los caprichos que puedo?
- ¿Me dejo llevar por mi orgullo y mis pasiones? ¿He abusado de la comida o de la bebida?
- ¿He guardado la pureza y la castidad no sólo en obras, sino también en pensamientos y palabras? ¿He evitado las ocasiones y peligros de pecar? ¿He sido motivo u ocasión de que otros pequen?
- ¿Doy gracias a Dios por la vida y los demás dones que de Él he recibido? ¿Pienso en la vida eterna? ¿Me preocupo y rezo por la paz en mi entorno y en el mundo? ¿Soy artífice de paz?