La Virgen:
… Te dije en la primera aparición que todos los días estaré presente para dar la santa bendición a todos los que vayan a rezar el santo Rosario. También te dije, hija mía, que muchos de ellos serán escogidos y marcados con una cruz en la frente.
12 de Octubre de 1981
La Virgen:
…A muchos los colma de talento y ellos se lo apropian a sí y se engríen; se engríen, hija mía, su soberbia los engríe y se pierden por su soberbia; pues yo, hija mía, estoy llamando constantemente a la puerta de sus corazones y no quieren atender. Ponen resistencia, hija mía, se resisten; por eso dejo que actúe la justicia de mi Hijo; mi Hijo los creó sin su voluntad, pero ellos son libres de salvarse o condenarse; pide por todos ellos; rezad cada día esta invocación:
“Jesús mío, por vuestro Corazón amantísimo, os suplico inflaméis en el celo de vuestro amor y de vuestra gloria a todos los sacerdotes del mundo, a todos los misioneros, a todas las personas encargadas de predicar tu divina palabra, para que, encendidas en santo celo, conquisten las almas y las conduzcan al asilo de vuestro Corazón, donde os glorifiquen sin cesar”.
25 de Noviembre de 1981
El Señor:
… Recibe esta cruz con todo respeto, hija mía, con todo respeto y amor por la salvación de tantas almas que están en pecado mortal. Ofréceselo al Padre Eterno; dile:
“Padre Eterno, por la Pasión de tu Hijo, por lo que Él sufrió, por esos dolores tan inmensos, yo me uno a esa Cruz. ¡Oh Padre mío!, ¡oh Padre Celestial!, mira las llagas de vuestro Hijo, y dígnate recibirlas, para que las almas se abran a los toques de la gracia. Que los clavos que taladraron sus manos y sus pies traspasen los corazones endurecidos por el pecado. Que su Sangre los ablande y los mueva a hacer penitencia. Que el peso de la Cruz sobre los hombros de vuestro Divino Hijo mueva a las almas a descargar el peso de sus delitos en el tribunal de la Penitencia. Te pido, Padre Eterno, por todas esas almas.
Por la Pasión de tu Hijo te ofrezco todos mis dolores. También te ofrezco, ¡oh Padre Celestial!, esta corona de espinas de vuestro amado Hijo; por estos dolores os pido por los sacerdotes: que su vocación sea más grande, que sean puros, que sean buenos hijos de Dios, dignos de consagrar los santos misterios de la Santa Misa. También te ofrezco lo que padeció tu Hijo amarrado a esa Cruz, su ardiente sed y todos los demás tormentos de su agonía por todos los pecadores, para que se arrepientan de sus culpas y para que por esa perseverancia que vuestro Hijo os rogó por los mismos que le estaban crucificando, y con esa humildad os pedía: «Perdonadlos, que no saben lo que se hacen», os ruego concedáis a todas las almas que tengan un gran amor al prójimo y que sean fieles a vuestro Hijo. Sí, Jesús mío, os lo ruego porque Jesús me lo pide”.
Cuando te veas afligida, hija, reza siempre esa oración. Cuando te veas triste, encomiéndate a mi santísima Madre, que Ella te ayudará, hija mía. ¡Cuánto consuelo me das, hija, cuando cumples todos mis mandatos!
… Mira, hija, ofrece todo por la conversión de las almas; vamos a reparar juntos todas las ofensas que hacen constantemente los pecadores. Ponte de rodillas cuando te veas afligida y adora a la Majestad Divina tan despreciada de los hombres; haz un acto de desagravio y repite en cada momento:
“¡Oh Dios, infinitamente Santo!, me postro humildemente delante de vuestra Divina Majestad; os adoro, os pido por vuestro Divino Hijo, os pido por el Papa; también os pido que perdonéis a tantos pecadores que os ofenden”.
11 de Diciembre de 1981
El Señor:
…Hay almas que son unas grandes pecadoras, pero se arrepienten y estas almas son las que verdaderamente llevan mi cruz. ¡Qué alegría cuando esas almas confiesan sus culpas y qué alivio siento sobre mis sufrimientos cuando veo que se arrepienten! ¡Esas almas que han pecado tanto, muchas son las que aman de veras! Sí, hija mía, ¡qué dolor tengo cuando veo que hay muchas almas que no quieren aceptar mi cruz! Por eso tenemos que sufrir los dos juntos para ayudar a esas almas que no se quieren arrimar a mí. Pide a mi Padre Celestial y dile cuando tengas esos sufrimientos:
“Oh, Padre mío, Padre Celestial, os ofrezco estos dolores y estos sufrimientos y esta soledad para que te dignes perdonar y sostener a esas almas cuando pasen del tiempo a la eternidad”.
25 de Diciembre de 1981
La Virgen:
…También diles a todos que me agrada mucho que vayan de pueblo en pueblo rezando el santo Rosario. El santo Rosario es lo que más poder tiene. Con el santo Rosario, hija mía, se puede salvar toda la Humanidad.
Yo prometo a todo el que rece el santo Rosario diariamente y comulgue los primeros sábados de mes, asistirle en la hora de su muerte.
Rezad el Rosario; con el Rosario practicaréis los santos mandamientos, aprovecharéis la frecuencia de los sacramentos, procuraréis cumplir con perfección vuestros deberes de cristianos, lo que Dios quiere de cada uno de vosotros. Hacedlo, hija mía, con mucha devoción. Por cada Rosario que rezáis se salvan muchas almas.
5 de Marzo de 1982
La Virgen:
Repite, hija mía: “Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo, bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús”. Así me gusta, hija mía, que recéis pensando en la Humanidad.
19 de Agosto de 1982
La Virgen:
…Hijos míos, hijos míos, oración y penitencia es lo que pido, hijos míos; como vuelvo a pediros, hijos míos, que prometo que mi Inmaculado Corazón salvará a todo aquél que le pida la gracia necesaria; lo mismo, hijos míos, que prometí un día que Rusia sería convertida. Rusia será convertida, hijos míos.
8 de Diciembre de 1982
La Virgen:
…Todos, hijos míos, todos aquéllos que se refugien en mi Inmaculado Corazón y que comulguen todos los primeros sábados de mes, les prometo recibir su recompensa en el Cielo; pero, hijos míos, antes tenéis que arrimaros al sacramento de la Confesión. ¡Cuántos no lo habéis hecho! No pensáis en el gran peligro que está vuestra alma.
23 de Abril de 1982
La Virgen:
… También os pido, hijos míos, que hagáis con devoción todos los primeros sábados de mes. El que haga los primeros sábados de mes, confesando sus culpas, y acercándose a la Eucaristía y rezando diariamente el santo Rosario, promete mi Corazón Inmaculado derramar gracias sobre toda la Humanidad, hijos míos, sobre todos aquéllos que hayan cumplido con lo que yo les pido, hijos míos. También les prometo asistirlos en la hora de su muerte y preservarlos del fuego del Infierno, hijos míos.
Sed humildes, hijos míos, y haced sacrificios y oración.
12 de Octubre de 1983
La Virgen:
Hijos míos, os sigo repitiendo: oración y penitencia.
Os prometí que todos aquéllos que hagan todos los días una visita al Santísimo y que confiesen los primeros sábados de mes sus culpas y comulgue, y rece el santo Rosario, os prometí, hijos míos, que os preservaría del fuego del Infierno. Pues ahora, hijos míos, os voy a prometer otra cosa, hijos míos: todos aquéllos que cumplan con todas estas cosas pasarán también por el Purgatorio, pero no irán a pasar las penas del Purgatorio, irán directamente a las moradas celestiales.
3 de Diciembre de 1983
La Virgen:
… Ninguno de los que estáis aquí presentes podréis disculparos cuando lleguéis ante el Padre, porque mi Corazón derrama gracias para vuestra conversión. Pero no queréis aceptarlo, hijos míos. ¡Pobres almas, hija mía! ¡Qué pena de almas!
Luz Amparo:
Por ellas, ya pido por ellas. ¡Ay, ay! Sé que hay muchos que no creen aquí; pero Tú lo prometiste, que les darías las gracias. Ayúdalos..., ayúdalos.
La Virgen:
Las gracias, hija mía, estoy dando hace cientos de años.
Luz Amparo:
(Palabras en voz baja e ininteligibles)... Lo has prometido, ¡lo has prometido Tú! Y Tú lo vas a cumplir, ¿eh?
La Virgen:
Hija mía, no seas soberbia. No me digas que yo tengo que cumplir. Yo cumpliré, hija mía, pero si ellos corresponden a mi amor.
Luz Amparo:
Ayúdalos, ¡ayúdalos! Muchos no creen en Ti, ni en tu Hijo tampoco.
La Virgen:
Yo prometí ayudarles, hija mía; pero que quede claro: prometo ayudarles con su ayuda. Si ellos no quieren corresponder a esa ayuda, yo no podré hacer más por ellos, hija mía.
5 de Mayo de 1984
Luz Amparo:
(Una vez que parece entrar en éxtasis, recita pausadamente el Rosario hasta que entabla el siguiente diálogo con la Virgen).
¡Ay!, te gusta la “Santa María”, la “Dios te salve, María”... (Sigue rezando).
Por cada misterio se besará el suelo. ¡Ay, qué alegría! ¡Ay!, voy a pedirte por toda la gente. ¡Ah!, ¿no se dice “gente”? ¿Cómo se dice?
La Virgen:
Por todos los humanos.
8 de Julio de 1984
La Virgen:
Hija mía, prometí daros la bendición y os daré mi bendición, pero antes quiero que adoréis al Padre Eterno rezando el Padrenuestro.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad... El pan nuestro de cada día, dánosle hoy, perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Ésta es la manera de alabar a Dios, rezando el Padrenuestro alabaréis a Dios Padre. Comunícaselo a todos, hija mía, quitando el “Dios te salve, María” y “Santa María”, sólo el Padrenuestro, que sea en alabanza al Padre Eterno.
19 de Agosto de 1984
La Virgen:
¡Ay!, hija mía, quiero revelarte el misterio que sigue. Estás preocupada, hija mía. Ya te dije que los misterios del Cielo no hay nadie que los comprenda.
Te extraña, hija mía, que Salomón esté en el templo, cuando nace mi Hijo. También estuvo presente en la mente de Yahvé, porque Él le prometió que no moriría sin ver a Yahvé hecho hombre.
Puso toda su sabiduría en construir un templo para Yahvé, todas sus riquezas, el oro, la plata, ¡todo!, lo invirtió en el templo para agradar a Yahvé. Por eso fue recompensado..., y antes de su muerte permitió Dios Padre que viese el misterio de la Presentación en el Templo.
También prometió que todo aquél que fuese a pedir perdón al templo y a purificarse, sería perdonado.
Por eso Dios no iba a permitir que, aunque mucho pecó, que se condenase, hija mía.
Hay otros misterios más grandes.
12 de Enero de 1985
La Virgen:
…Y prometo que todo el que pise este lugar recibirá gracias especiales, porque mis ángeles están custodiando este lugar...
3 de Mayo de 1986
La Virgen:
Hija mía, hoy vengo revestida de salvación para los hombres. Vengo a buscar a aquellas almas que se encuentran en las tinieblas y en la oscuridad para conducirlas por el camino de Cristo. Estáis viviendo, hijos míos, unos momentos graves sobre el globo terrestre. Grave para vuestra alma, hijos míos. Invocad mucho mi nombre. Decid: “Oh María, concebida sin pecado, ruega a la Divina Majestad de Dios que tenga misericordia de esta pobre Humanidad”.
Invocad a san Miguel, hijos míos. Satán está haciendo la guerra.
También os pido: entronizad en vuestras casas el Corazón de Jesús y de María, para que Satán no entre en vuestros hogares. Venid a vuestra Madre, que todo el que me busca, me encuentra, hijos míos. Rezad el santo Rosario, orad por los sacerdotes, haced sacrificios por los pobres pecadores.
1 de Noviembre de 1986
La Virgen:
…Mira, hija mía, cuando el Espíritu Santo viene sobre los Apóstoles, a cada uno le otorga gracias especiales para poder llevar el Evangelio por todas las partes del mundo. Mira a Pedro, las gracias que le otorga para poder regir su Iglesia. A Juan, como hijo y protector mío; y a María, hija mía (se dirige a Luz Amparo), como Madre de la Iglesia, le da todo el entendimiento de lo que iba a suceder en la Tierra.
Este momento es grave, hija mía, grave, muy grave para mi Iglesia. Besa el suelo, hija mía, en reparación de tantos pecados como se cometen a mi Iglesia...
Dios sigue olvidado en las almas, hija mía. Arrodillaos y rezad esta oración, hijos míos:
Oh Padre Celestial, arrodillados delante de vuestras divinas plantas, imploro que venga el Espíritu Santo sobre nosotros y nos otorgue los dones que necesitamos para poder sobrevivir en la Tierra: el don de la sabiduría, el don del entendimiento, el don de la fortaleza, el don de la prudencia, el don del consejo, el don de la piedad, el don, hijos míos..., ese don es muy importante, hijos míos, el don de la humildad. También es importante, hijos míos, el don del temor. El que no teme a Dios no entrará en el Reino del Cielo.
Decidle, hijos míos, a vuestro Padre Eterno que venga el Espíritu Santo sobre vosotros y rija vuestras vidas y guíe vuestros pasos y sea vuestro Consolador en vuestras penas y aflicciones.
…
La Virgen:
… Y ahora prometo que todo el que acuda a este lugar será sellado para que el enemigo no pueda arrebatar su alma.
7 de Mayo de 1988
La Virgen:
…Y prometo a todo el que acuda a este lugar asistirle en la hora de la muerte y darle gracias especiales en la vida.
Venid, hijos míos, que vuestra Madre derramará gracias sobre vosotros. Pero, ¡ay de aquéllos que no ejercitan su corazón en amar! Todo el que ama recibirá vida eterna. Sin amor no hay Gloria, hija mía. El hombre emplea su sabiduría para el mal y es ignorante para el bien.
Amaos los unos a los otros como Cristo os ama, hijos míos.
…Acudid a este lugar, hijos míos, que os promete vuestra Madre derramar muchas gracias sobre vuestros hogares y vuestras almas.
1 de Octubre de 1988
La Virgen:
Yo, a todo el mundo que acuda a este lugar, derramaré gracias especiales para las almas y llevaré la paz a sus hogares.
5 de Noviembre de 1988
El Señor:
…Mira, hija mía, para todos los que cumplan mis leyes y para todos los que trabajen en mi Obra, mira la gloria, hija mía, que les espera. Pero, ¡ay de aquéllos que trabajan a son de trompeta! ¡Ay de aquéllos que quieren ser remunerados en la Tierra!: no recibirán el sueldo que les tengo preparado eternamente.
3 de Junio de 1989
La Virgen:
Mirad, hijos míos, hoy os prometo protegeros a todos con mi manto.
El Señor:
Y yo os prometo que el rayo que sale de mi Corazón infiltrará vuestro corazón, hijos míos. Os lo prometo como Hijo de Dios vivo.
La Virgen:
No dejéis de orar, hijos míos, el enemigo está al acecho de vuestras almas. Rezad el santo Rosario con mucha devoción, hijos míos. El demonio odia esta oración.
El Señor:
Prometo a todos los que hayan acudido a este lugar, en el momento de su agonía, manifestarme con todos los ángeles del Cielo, santos y bienaventurados.
Os repito: practicad el mandamiento del amor. Todo el que no ama está muerto, o el que ama con un amor deformado. El amor tiene que venir del costado de Cristo, para que sea un verdadero amor limpio y puro.
1 de Julio de 1989
La Virgen:
……Refugiaos en mi Inmaculado Corazón, hijos míos, mi Corazón Inmaculado triunfará sobre la Tierra. Sed hijos fieles de la Iglesia y amad a su Vicario.
Yo prometo, hija mía, derramar gracias especiales sobre todas las almas que acudan a este lugar, contritos y arrepentidos.
5 de Agosto de 1989
La Virgen:
…Yo prometo a todo el que acuda a este lugar no abandonarle, y en el momento de la muerte llevarle al Cielo de mi mano.
4 de Noviembre de 1989
La Virgen:
…Venid a mí arrepentidos y contritos de corazón, para que pueda sellar vuestras frentes y el desconsolador mentiroso no pueda aprovecharse de vuestras almas, hijos míos. Rezad todos los días el santo Rosario, confesad vuestras culpas y oíd al Santo Sacrificio de la Santa Misa. Ahí veréis la renovación del Calvario. Amaos unos a otros, hijos míos, como mi Hijo os amó y como mi Corazón maternal os ama.
Acudid a este lugar. Todos los que acudáis a este lugar seréis bendecidos y protegidos —si cumplís con lo que os pido— de la señal del enemigo, hijos míos.
2 de Diciembre de 1989
La Virgen:
Yo prometo que a todo el que acuda a este lugar: derramaré gracias sobre sus almas y sobre sus cuerpos.
Acudid, hijos míos, y todos seréis bendecidos y marcados con una cruz en la frente.
5 de Mayo de 1990
El Señor:
… Todos aquéllos que ayudan a mi Obra les daré un galardón, y ese galardón será la entrada para entrar en el Cielo.
Hijos míos, aquéllos que dais limosna, vuestra limosna servirá de sacrificio y de alabanza a Dios; y con vuestra limosna vuestro corazón y vuestra alma, aunque esté manchada de pecado y oscura como el carbón, quedará limpia como la nieve, para todos aquéllos que cumplan mis leyes.
5 de Octubre de 1991
La Virgen:
… Una bendición especial voy a dar hoy para la conversión de todos los pecadores. Y todos los primeros sábados de mes estaremos sellando frentes contra la asechanza del enemigo. La protección de esta señal os hará contritos y humildes.
Yo prometo que a todo el que venga de buena voluntad, su frente quedará sellada y, en su frente, quedará una marca y una protección del enemigo. Muchos sentirán en su frente esta señal.
4 de Mayo de 1991
La Virgen.
…Hoy os prometo, hijos míos, que todas las frentes serán selladas y muchos de los que no creéis sentiréis esa gran señal de vuestra frente y creeréis, hijos míos.
6 de Abril de 1991
El Señor:
…Para todos aquéllos que ayudéis a los mayores en su ancianidad, os prometo una recompensa eterna.
Besa el suelo, hija mía, en reparación de tantos pecados como se cometen en el mundo...
1 de Febrero de 1992
La Virgen:
Hijos míos, sólo unas palabras, pero exquisitas palabras: guardad vuestra alma, y vuestras acciones y obras encaminadlas hacia el espíritu, y yo protegeré vuestras almas, hijos míos.
Acudid a este lugar, que todo el que acuda a este lugar recibirá gracias especiales en vida y en muerte.
7 de Marzo de 1992
El Señor:
…Seguid amando a los necesitados y no os preocupen las calumnias ni las difamaciones. Yo he prometido que todo el que acuda a este lugar recibirá gracias especiales.
6 de Noviembre de 1992
El Señor:
…El mundo está falto de amor; amaos unos a otros como yo os he amado. ¿Quién es capaz de amar como yo he amado, dando la vida por su hermano? Despertad corazones dormidos, corazones duros, y agachad la cerviz; y acudid a mí, hijos míos, que yo os perdonaré todos vuestros errores y reinará la paz entre vosotros.
Yo haré que los pueblos tengan paz, si vuelven la mirada a mí, y que los campos crezcan, porque mandaré la lluvia a su debido tiempo; y todo el que me siga no será dañado ni por el viento, ni por la escarcha, ni por las maldades del mundo. Todo el que me siga tendrá vida eterna, y haré que tenga buenas cosechas; pero que no sean avarientos y dejen los graneros repletos para ellos; que compartan con los pobres su heredad y sus riquezas. Así es como yo he creado al hombre: sin egoísmos, sin envidias, hijos míos; con amor, con unidad, con paz entre vosotros, hijos míos.
Así os lo promete el Hijo de Dios vivo; si vosotros volvéis vuestra mirada hacia mí, tendréis paz en la Tierra y cosecha en abundancia.
Pero, ¡ay de aquéllos que cargan sus yugos cargados sobre las espaldas de sus hermanos! Aplicaré mi justicia y no tendré compasión de ellos.
Despertad de ese letargo, hijos míos.
1 de Mayo de 1993
La Virgen:
Hijos míos, quiero empezar diciéndoos que, todos arrodillados, hagáis una consagración a nuestros Corazones y digáis: “Oh Corazón Divino de Jesús y Corazón Inmaculado de María, yo me entrego a Vos y os entrego todo mi corazón. Quiero conservar mi fe y cumplir los mandatos y las leyes de la Iglesia. Quiero ser firme en esta consagración”.
4 de Diciembre de 1993
La Virgen:
…Todo aquél que colabore a esta Obra, yo iré a recibirle en la hora de la muerte.
5 de Marzo de 1994
La Virgen:
…Acudid a este lugar, que todo el que acuda a este lugar mi Corazón Inmaculado lo llenará de gracias. Orad mucho, hijos míos, orad.
4 de Febrero de 1995
La Virgen:
…Acudid a este lugar, hijos míos y no rechacéis las gracias. Yo derramaré muchas gracias sobre todos vosotros. Acudid a este lugar; este lugar está bendecido y hoy pongo mis plantas sobre él.
4 de Marzo de 1995
La Virgen:
…Tu hijo está en un lugar seguro; sabes que te lo prometí: que su alma la cogería. Dentro de poco te enseñaré en el lugar tan bello que está.
7 de Septiembre de 1996
La Virgen:
…Seguid acudiendo a este lugar, porque recibiréis gracias muy especiales en las bendiciones, aunque mis palabras sean cortas; porque todo lo que he dicho se cumplirá.
Y prometo a todo el que rece este mes el santo Rosario con devoción, le prometo paz en su hogar, armonía; y meditando bien las palabras de los misterios: salir al encuentro en la hora de su muerte. Vendré toda vestida de luz, para acogeros, hijos míos; os lo promete la Madre de Dios y Madre vuestra.
4 de Octubre de 1997
El Señor:
…Yo prometo que el que acuda a este lugar los primeros sábados de mes, acercándose al sacramento de la Penitencia y de la Eucaristía, le daré gracias especiales para caminar en la Tierra, y le aseguro la vida eterna, porque lo conservaré en la luz y no se perderá.
7 de Marzo de 1998
La Virgen:
…Yo os prometo, hijos míos, que todos los que acudáis a este lugar seréis protegidos el día de las tinieblas... Así protegeré a todos, hija mía. Y yo cumplo mis promesas.
6 de Junio de 1998
El Señor:
… Yo prometo que con todos tus sufrimientos, todas esas calumnias, hija mía, y toda esa persecución, vendrán muchas almas a mi redil. Y prometo no desaparecer de este lugar. Mis palabras se acabarán pero mi presencia seguirá.
2 de Enero de 1999
La Virgen:
…Yo os prometo, hijos míos, que todos los que acudáis a este lugar seréis protegidos el día de las tinieblas... Así protegeré a todos, hija mía. Y yo cumplo mis promesas.
Amaos unos a otros como Cristo os ama.
6 de Junio de 1998
El Señor:
…Ora por ellos, hija mía, y no guardes en tu corazón ningún resquicio.
Yo prometo que con todos tus sufrimientos, todas esas calumnias, hija mía, y toda esa persecución, vendrán muchas almas a mi redil. Y prometo no desaparecer de este lugar. Mis palabras se acabarán pero mi presencia seguirá.
2 de Enero de 1999
La Virgen:
…Acudid a este lugar, hijos míos, que aprenderéis a amar a la Iglesia, al Santo Padre; porque las palabras que se dicen en este lugar son para ir al templo y para cambiar vuestras vidas, hijos míos. Es la doctrina que se os enseña.
1 de Septiembre de 2001