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Enseñanzas de Luz Amparo: “Las cosas de Dios son más sencillas”

En el año 1985 Luz Amparo recibió a unos peregrinos procedentes de México.

Algunos plantearon la proliferación en su país de “nuevas prácticas “que generaban confusión en los católicos.

“Yo, vamos, no iría a esos sitios, … vosotros cumpliendo con los mandamientos de la Ley de Dios pues, es lo que hay que hacer… no iría a esos sitios, porque eso es como si se hace espiritismo, que si se habla con un muerto, que si se habla con eso son cosas diabólica, del demonio, porque no te causa nada más que intranquilidad, … pero eso es como las monjas de, ¡no se!, de la caridad, que tienen una misión, que no se salgan de las reglas de su orde.

Porque eso lo veo como, eso lo veo como un espiritismo, … las cosas de Dios son más sencillas…Yo creo que lo que hay que hacer es seguir con las normas de la religión católica, que no os metáis, ni aquí, ni allí, en esos sitios que no valen nada más que para confundir a las almas, … siguiendo las normas de la Iglesia, las almas se salvan… las cosas de Dios son más sencillas: rezar el rosario, hacer una confesión, comulgar como se debe comulgar”.

Y sobre la mortificación, añadió:

“Hay muchas mortificaciones, hay muchas mortificaciones corporales y muchas mortificaciones espirituales, muchas, desde por la mañana que me levanto hasta por la noche que me acuesto, podemos ofrecer todo al Señor, … el comer, el dormir, es que todo, todo tiene un mérito, y se pueden salvar tantas almas…nada más levantarse ofrecerlo por la salvación de las almas …¿besar el suelo?, (le preguntan sobre ello), sí, eso es muy, muy importante, porque el Señor besaba el suelo muchas veces… yo le he visto en una escena de la pasión, que el Señor besaba el suelo, temblando, con un miedo terrible, la sangre caía por su cuerpo hasta el suelo, pues Él estaba con la cabeza en el suelo, porque el besar el suelo es una humillación, sólo con besar el suelo es una mortificación.

Yo creo que los estigmas no son lo más importante, lo más importante es cumplir con la voluntad de Dios, no es lo más importante los estigmas, si por medio de los estigmas se han convertido muchas personas, pues vale.… pero no son lo más importante, Hay que amar al Señor sin ver, y a la Virgen”.