Reproducimos el artículo de Juan García Inza, sacerdote, doctor en Derecho canónico y Juez Eclesiástico.
Han pasado 40 años del inicio de las supuestas apariciones y mensajes de la Virgen a Luz Amparo. Este acontecimiento ha originado todo un movimiento espiritual, incluso vocaciones religiosas y sacerdotes. La Diócesis de Madrid guarda un prudente silencio, como es normal en estos casos. El pueblo fiel sigue participando con fervor en las actividades frecuentes, que se centran en la Santa Misa y el Santo Rosario. Con motivo del aniversario que se celebra este año, hay importantes proyectos, en los que se incluyen una iglesia y otras edificaciones para acoger al pueblo de Dios que allí se congrega. -
El día 4 de mayo de 2002 finalizaron los denominados «Mensajes de Prado Nuevo», que fueron precedidos por algunos, desde noviembre de 1980, en San Lorenzo de El Escorial, y a partir del 14 de junio de 1981 en la finca de «Prado Nuevo» de El Escorial. Fecha clave esta última en el desarrollo de estas manifestaciones, pues la Virgen se aparecía por vez primera sobre un fresno y pronunciaba un breve pero trascendental mensaje: «Soy la Virgen Dolorosa. Quiero que se construya en este lugar una capilla en honor a mi nombre. Que se venga a meditar de cualquier parte del mundo la Pasión de mi Hijo, que está completamente olvidada. Si hacen lo que yo digo, habrá curaciones. Esta agua curará. Todo el que venga a rezar aquí diariamente el santo Rosario, será bendecido por mí. Muchos serán marcados con una cruz en la frente. Haced penitencia. Haced oración». El instrumento elegido por el Cielo para comunicarnos estos mensajes fue Luz Amparo Cuevas Arteseros (†), que fue llamada a la presencia de Dios el 17 de agosto de 2012.
Nos dice uno de los sacerdotes que son muchos los que se han interesado, a lo largo de los años, por estos mensajes, desde los fieles más sencillos del Pueblo de Dios, hasta teólogos de prestigio, como el P. René Laurentin (†). Él participó, por cierto, en el 22º Congreso Mariológico-Mariano Internacional celebrado en Lourdes, del 4 al 8 de septiembre de 2008, donde se expuso, entre otras, una ponencia sobre los fenómenos de El Escorial, presentada por el eminente mariólogo D. Félix Ochayta (†).
Los peregrinos, según nos cuentan, vienen reclamando la publicación de los mensajes de Prado Nuevo. Algunos se tomaron el interés de escribirlos en hojas sueltas para fotocopiar y distribuir. Este sistema, aunque demuestra la fe que tienen en la Virgen, es muy peligroso, porque sin querer pueden poner en boca de nuestra Madre algo que ella no ha dicho. Por eso los responsables de aquella comunidad quieren difundir copia exacta, y contractada, de todo lo que al parecer ha manifestado la Virgen, y con la debida censura eclesiástica. Siempre supeditado al dictamen final, si en algún momento emite la Jerarquía. El pueblo tiene fe, y acude a Prado Nuevo con ansia de que Dos y la Virgen les diga algo que anime sus corazones.
Nuestra fe no depende de manifestaciones extraordinarias, pero el Señor a veces las permite buscando el bien de la gente sencilla. La historia de la Iglesia es fiel testigo de este encuentro sobrenatural de Dios, la Virgen y los santos con fieles que, movidos por la fe, expresaban el amor a su manera. Estas intervenciones divinas suscitan en muchos dudas, incluso rechazos. No hay ninguna obligación de aceptarlas, pero, por lo menos, hay que respetar la fe de los demás. Ocurrió con Jesucristo, con la Virgen y los santos. Hay que dejar a Dios ser Dios, y a la Viren ser Madre.