La Virgen Dolorosa en los Mensajes
Hoy celebramos la fiesta litúrgica de Nuestra Señora de los Dolores. En Prado Nuevo es una de las principales fechas señaladas debido a que la Santísima Virgen se apareció a Luz Amparo en numerosas ocasiones vestida de Dolorosa. Siendo la más importante el 14 de junio de 1981, en la que dijo:
"Soy la Virgen Dolorosa. Quiero que se construya en este lugar (señala con la mano la ubicación) una capilla en honor a mi nombre. Que se venga a meditar de cualquier parte del mundo la Pasión de mi Hijo, que está completamente olvidada. Si hacen lo que yo digo, habrá curaciones. Esta agua curará"
También nos pidió que " en este lugar sigáis honrando y venerando mi nombre de Madre Dolorosa", insistiendo en que "No permitáis, hijos míos, que hagan los hombres de mala voluntad desaparecer de este lugar sagrado esta cadena de mi Rosario, que os unirá del Cielo a la Tierra". Cada día del año, sin faltar un solo día, se ha rezado el santo Rosario junto al árbol de las apariciones desde aquellos ya lejanos inicios de los años 80.
Ella también nos recuerda el valor tan grande que tiene la oración: "Hija mía, aquí estoy como Pura Dolorosa y Madre de los afligidos. Pido oración, hijos míos; oración, sacrificio, penitencia. Lo habéis olvidado, hijos míos; el sacrificio y la penitencia, la oración es la que ayudará a los hombres a cambiar sus vidas. Dios ama tanto al mundo y le amó, que mandó a su único Hijo a él, para salvarlo. Para salvar el mundo mandó a su único Hijo para sacar a los hombres de la tiniebla y transportarlos a la luz; pero los hombres quieren vivir en la tiniebla, y el que vive en la tiniebla no se salvará".
Breve historia de la advocación
La devoción a Nuestra Señora de los Dolores se remonta al siglo XII en Europa, aunque la representación artística y la devoción se intensificaron a lo largo de los siglos posteriores.
Esta devoción popular se basa en los relatos bíblicos que hablan del sufrimiento de María, especialmente durante la pasión y crucifixión de Jesús. El episodio de la profecía de Simeón, que hablaba de una espada que atravesaría el corazón de María, se considera un punto de partida en la reflexión sobre sus dolores.
Durante la Edad Media, se popularizaron las representaciones artísticas de Nuestra Señora de los Dolores, mostrando a María con siete espadas atravesando su corazón, simbolizando sus siete dolores principales. Esto ayudó a difundir la devoción entre los fieles.
La Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola, desempeñó un papel importante en la promoción de esta devoción. Los jesuitas difundieron la devoción a través de sus misiones y obras apostólicas.
La fiesta litúrgica: En 1727, el Papa Benedicto XIII estableció la Fiesta de Nuestra Señora de los Dolores en el calendario litúrgico. Esta fiesta se celebra el 15 de septiembre, un día después de la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
Himno: LA MADRE PIADOSA ESTABA
(Stabat Mater)
La Madre piadosa estaba
junto a la cruz, y lloraba
mientras el Hijo pendía;
cuya alma triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.
¡Oh cuán triste y afligida
estaba la Madre herida,
de tantos tormentos llena!
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.
¿Y cuál hombre no llorara
si a la Madre contemplara
de Cristo en tanto dolor?
¿Y quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?
Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.
¡Oh dulce fuente de amor!,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo. Amén.