Ignacio Escrivá ya es sacerdote. Fue ordenado el pasado sábado por el cardenal Carlos Osoro junto a 20 compañeros del Seminario Conciliar de Madrid. La Obra de la Virgen en Prado Nuevo celebra con inmenso gozo el sí de este hermano al Señor y a la Iglesia.
La historia de Ignacio es una historia labrada claramente por el Señor y una vida cuidada por la Virgen desde Prado Nuevo. Sus padres recibieron un diagnóstico médico desfavorable y les aconsejaron abortar. Quisieron compartir con Luz Amparo Cuevas su situación y ella les pidió que no lo hicieran porque el niño nacería sano. Y así fue.
El Señor labra caminos y el de Ignacio lo ha dirigido al servicio de las almas. Descubrió su vocación a formar parte de la Comunidad Vocacional y, en concreto, al sacerdocio, y entró en el Seminario Diocesano de Madrid para prepararse. Ha estudiado Teología en la Facultad de San Dámaso y su camino finalizó el pasado 20 de junio con su ordenación sacerdotal.
La Archidiócesis de Madrid ha recibido el regalo de 21 nuevos sacerdotes, 14 de ellos diocesanos, entre los que se encuentra Ignacio. Fue una ceremonia emocionante y sobrada de motivos de agradecimiento, pero limitada aún en cuanto a asistencia, debido a la crisis sanitaria.
Ayer, Ignacio celebró su primera misa en la Parroquia del Buen Suceso, en Madrid. Esta vez sí, una gran representación de la Obra de Prado Nuevo pudo estar con él y pedir por su nueva misión. En el altar, Ignacio estuvo también acompañado por Juan Carlos Merino, vicario de la zona a la que pertenece El Escorial, su casa.