web analytics

La gratitud de la acogida y de la respuesta a una llamada de María que no entiende de fronteras

La visita a Guinea Ecuatorial supone para la Obra de la Virgen la gratitud de la acogida y de la respuesta a una llamada de María que no entiende de fronteras. La devoción a Nuestra Señora de los Dolores ha encontrado en muchos corazones un deseo de estar cerca de El Escorial y de vivir en la clave mariana que vivimos.

La última jornada congregó ayer a las comunidades locales en la Catedral de Malabo a una Eucaristía de acción de gracias en la que pusimos ante el altar los frutos de la Virgen en el país y en la que el vicario episcopal representó la acogida de la Iglesia en esta tierra.