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La llamada es también a que otros vivan en libertad

La Obra de Prado Nuevo cuenta con un programa de atención a migrantes y refugiados que responde a la llamada de la Iglesia. Lo gestiona la Fundación Benéfica Virgen de los Dolores. En seis años, ha acogido a decenas de familias que proceden principalmente de Argentina, Venezuela, República Dominicana y Colombia

El Escorial, 23 de septiembre de 2023. – En el sufrimiento también se descubre a Dios, que nunca abandona. Belkis y Alberto, Ana y Hernani, Orlando y Marisela, Valeria y Esteban, y Daniel. Son nombres que guardan historias de persecución e incomprensión. Son familias que han vivido, junto a sus hijos, la urgencia de renunciar a sus orígenes por un futuro mejor. Incluso para proteger sus propias vidas y preservar su libertad. A su encuentro salió la Virgen a través de las manos de la Fundación Benéfica Virgen de los Dolores.

La Obra de Prado Nuevo cuenta con un programa de atención a migrantes y refugiados que responde a la llamada de la Iglesia universal. Después de ayudas puntuales y sucesivas, la Fundación Benéfica definió el programa en 2017. En seis años de andadura, ha contribuido a que decenas de personas encuentren en El Escorial el auxilio que anhelaban. “Hemos recibido a hermanos en la fe que necesitaban acogida y hemos encontrado en ellos el rostro mismo de Dios, que sufre junto a ellos”, afirma Pedro Besari, portavoz de la Fundación Benéfica.

La petición de la Virgen y del Señor en sus mensajes fue clara. El 4 de julio de 1992, primer sábado de mes, María dijo: «Hijos míos, hoy vengo con mi manto de amor, mi manto de misericordia, para enseñaros a refugiar a todos los necesitados dentro de vuestros corazones. Mira, hija mía, cómo están dentro de él protegidos…». Tres meses después, el 3 de octubre de ese mismo año y también primer sábado de mes, se encuentra una insistencia por parte del Señor: «Repito, como Hijo de Dios vivo, las palabras de mi Madre: quiero que este lugar sea sitio de oración y refugio de necesitados».

Vivienda, ayuda económica y manutención

De la llamada nació el programa, que abarca todas las prioridades que una familia necesita para iniciar una nueva vida: gestión y apoyo en la tramitación de documentos oficiales, cesión de vivienda, ayuda económica y manutención, así como asesoramiento en demandas concretas del núcleo familiar.

“Son recursos costosos y a veces inabarcables -subraya Pedro Besari-, pero también de esto nos advirtió el Señor cuando nos garantizó en un mensaje «que nada ni nadie te angustie, pues yo pondré ángeles en la Tierra, hija mía, para que traigan alimento a tus necesitados»; y así está sucediendo: la Virgen no nos abandona y la ayuda generosa llega cuando más se necesita”.

Ante la 109ª Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, que la Iglesia celebra mañana, día 24 de septiembre, Besari alude al lema que propone el Santo Padre -Libres de elegir si migrar o quedarse- y asegura que “la libertad de los Hijos de Dios es la libertad que debemos ayudar a que otros hermanos experimenten. Nuestra llamada es también a que otros vivan en libertad y descubran el amor de Dios y de la Virgen en medio de su cruz personal o familiar”.

De todos los rincones del mundo; a todos los rincones del mundo

Antes de recibir peticiones concretas de auxilio y acogida, la Obra de la Virgen en Prado Nuevo respondió a otra petición explicita de la Virgen: llevar su mensaje -y, por tanto, su Obra- a todos los rincones del mundo.

El apostolado de la realidad sobrenatural de El Escorial -y su labor social asociada al mensaje- fue antes anunciada en distintos países, como Argentina, Venezuela, República Dominicana y Colombia. Allí ha encontrado, a lo largo de los años, la acogida de muchos fieles y también de la Jerarquía de la Iglesia. En Colombia, por ejemplo, la colaboración con obispos del país, como es el caso de la Arquidiócesis de Bogotá, ha facilitado el hermanamiento y la ayuda particular.