web analytics

Los programas dirigidos a niños y familias en situación de exclusión social y la asistencia a instituciones de la Iglesia centran la labor de la Obra de Prado Nuevo en erradicación de pobreza, que renueva ante 2024

La Fundación Benéfica Virgen de los Dolores es el órgano encargado de coordinar programas en España y en República Dominicana y Colombia, donde diócesis locales solicitan apoyo financiero y logístico para responder a las necesidades más urgentes de manutención y vestido. También asiste a congregaciones religiosas sin recursos.

La Obra de Prado Nuevo acoge este domingo la séptima celebración de la Jornada Mundial de los Pobres 2023, en comunión con la Iglesia universal y, en particular, en el seno de la Archidiócesis de Madrid. Lo hará poniendo ante el fresno de las apariciones una ofrenda particular: la de los programas que desarrolla y financia en España y América, y a través de los que responde a las necesidades más urgentes de manutención y vestido de niños y familias en situación de vulnerabilidad y exclusión social.

La Fundación Benéfica Virgen de los Dolores, órgano de la Obra encargado de coordinar los programas de asistencia y cobertura social, ha renovado el desarrollo y financiación de estos programas en su plan de actuación de 2024. De este modo, “podemos seguir garantizando el respaldo necesario para continuar una labor imprescindible en las periferias, donde encontramos en cada rostro humano el rostro de Dios, que sufre en ellos”, afirma Pedro Besari, portavoz de la Fundación. El plan de actuación responde a la planificación obligatoria que las organizaciones sin ánimo de lucro deben definir en el último trimestre del año en curso. Debe reflejar las líneas de acción, programas, actividades e inversiones que acometerá en el siguiente ejercicio.

Comedor en Colombia y entrega de alimentos en Santo Domingo

La Obra de la Virgen asumió en 2018 en República Dominicana el primero de sus programas sociales en América. La Arquidiócesis Primada de Santo Domingo solicitó ayuda y, gracias a las manus longas de peregrinos y colaboradores reparadores en el país caribeño, la Fundación Benéfica ha distribuido -año tras año y en distintas convocatorias- productos de primera necesidad a reclusos de Najayo y, de un modo más continuado, a más de 300 familias pobres de barrios deprimidos como Cañafístol, que pertenecen a la Diócesis de Baní, al sur de la isla. Allí, por ejemplo, numerosas familias perdieron su hogar a causa de ciclones sufridos en 2022.

En general, las familias perciben ayudas económicas gubernamentales -en concreto, del Plan Social de Presidencia de República Dominicana-, que asciende a unos 2.000 pesos mensuales -equivalente a unos 20 euros-. Por ello, necesitan imperiosamente estas ayudas complementarias de subsistencia.

En Colombia, la Fundación Benéfica contribuye desde 2020 al mantenimiento del comedor social ‘San Antonio de Padua’, una iniciativa local que nació de la devoción a Nuestra Señora de los Dolores de Prado Nuevo. Un reducido grupo de voluntarios enamorados de la Virgen acoge y alimenta a diario a más de 250 niños y varias decenas de ancianos en situación de vulnerabilidad.

Distribución de alimentos a congregaciones religiosas y entidades benéficas en Madrid

En España -y, en concreto, en la Comunidad de Madrid-, la Fundación Benéfica Virgen de los Dolores realiza una insustituible labor de entrega de alimentos a congregaciones religiosas sin recursos y a entidades benéficas que atienden a familias necesitadas.

Fue la propia Archidiócesis de Madrid la que pidió a la Obra de Prado Nuevo que asumiese esta misión. “Gracias a la generosidad de muchos, la respuesta se ha multiplicado al tiempo que las necesidades concretas. Y nosotros y los voluntarios que colaboran externamente podemos ofrecer un esfuerzo que llega también a muchos”, explica Besari. La Fundación Benéfica solicita, por un lado, colaboración para tal fin en grandes superficies y grandes proveedores, a los que se suman colaboradores de la propia Obra de la Virgen. La Fundación pone a disposición de este programa su infraestructura logística propia y entrega los alimentos en las distintas sedes con las que colabora.

Reciben entregas de alimentos congregaciones religiosas como las Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote, en Madrid, y a las Carmelitas de San Lorenzo de El Escorial. Otras congregaciones acogen y entregan comidas y alimentos. Es el caso de las Hijas de Santa Maria y del Sagrado Corazón de Jesús, en Galapagar, con familias del municipio; de las Esclavas de la Virgen Dolorosa, que dan 700 comidas mensuales en su comedor social de la calle Teseo, en Madrid; del Hogar de Santa Bárbara, que gestiona la congregación Amistad Misionera en Cristo Obrero, y del comedor parroquial de Cáritas en Humanes, que representa la mayor demanda de ayuda.

Otras instituciones receptoras de alimentos cuentan con carismas particulares. Como las Cruzadas Aliadas, en Coslada, que acogen a madres inmigrantes y ponen a disposición de sus hijos un servicio de guardería O la Fundación Madrina y su ayuda integral a mujeres embarazadas.

Residencias de mayores se convierten, de algún modo, en extensión de las Casas de Amor y Misericordia, pues la atención a los ancianos responde al propio carisma reparador. Es el caso de la residencia de Misioneros Camilos, en Tres Cantos, y la que gestiona la asociación Rosas del Camino, en Navalcarnero.

Un lema con impronta reparadora

“No apartes tu rostro ante el pobre” (Tob 4,7) es el lema elegido por el Papa Francisco para esta séptima convocatoria de la Jornada Mundial de los Pobres, que él mismo instituyó como fecha particular del año para la concienciación y la aportación cristianas. “La acción voluntaria y la limosna son necesarias por igual”, indica Besari, que subraya que se trata de un lema con una impronta propia del carisma reparador.

En su mensaje del 30 de abril de 1983, la Virgen dijo: “No os aferréis a las cosas terrenas (…). Hijos míos, si no amáis a vuestro prójimo, no amáis a mi Hijo. Todo aquél que se ligue a las cosas terrenas, será muy difícil, hija mía, que entre en el Reino del Cielo. Bienaventurados los pobres, hija mía, porque de ellos es el Reino del Cielo, y bienaventurado todo aquél que ha sido premiado con riquezas y las ha sabido distribuir sobre los pobres”. Esta petición particular sostiene uno de los pilares de la propia Obra.