Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Ven Espíritu Santo
inflama nuestros corazones
en las ansias redentoras del Corazón de Cristo
para que ofrezcamos de veras
nuestras personas y obras
en unión con Él
por la redención del mundo.

Señor mío y Dios mío Jesucristo
Por el Corazón Inmaculado de María
me consagro a tu Corazón
y me ofrezco contigo al Padre
en tu Santo Sacrificio del altar
con mi oración y mi trabajo
sufrimientos y alegrías de hoy
en reparación de nuestros pecados
y para que venga a nosotros tu Reino.

Te pido en especial
Por el Papa y sus intenciones
Por nuestro Obispo y sus intenciones
Por nuestro Párroco y sus intenciones.

Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo,
herido por nuestros pecados,
has depositado infinitos tesoros de caridad;
te pedimos que,
al rendirle el homenaje de nuestro amor,
le ofrezcamos una cumplida reparación.
Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Entronización de los Sagrados Corazones

"Entronizad en vuestras casas el Corazón de Jesús y de María, para que Satán no entre en vuestros hogares". (La Virgen, 1 de noviembre de 1986)

Oh Divino Corazón de Jesús, ven a morar entre nosotros, pues Te amamos. Visita nuestro hogar como una vez Tu visitaste a Tus amigos en Caná, Betania y el hogar de Zaqueo, el publicano. Nosotros queremos poner nuestra familia bajo Tu protección y tenerla en íntima unión contigo.

Oh Sagrado Corazón de Jesús, Tu eres nuestro más fiel Amigo. Nunca nadie nos ha amado como Tu lo has hecho. Y nosotros queremos amarte por aquellos que no Te aman, ya que Tu eres nuestro Dios y Salvador. Tu eres también nuestro Rey y Señor. Ya que tantos desprecian Tu Realeza, queremos invocarla y que descienda sobre nuestra familia. Toma Tu posesión de este hogar, donde reservamos un trono como lugar de honor para Ti.

Concédenos que el día de la Entronización sea para nuestra familia y para Ti, un día de gran alegría y el principio de nuestra vida leal en sumisión e íntima unión contigo. Todos nuestros pensamientos y acciones deben estar en armonía con Tu Sagrada Ley. Queremos abandonar nuestro amor propio desordenado y amar a nuestro prójimo como Tu nos has amado y continúas amándonos.

Viviendo en un mundo del que la mayor parte se ha vuelto una vez más pagano y ya no Te reconoce, Oh Divino Corazón de Jesús, pedimos de Tu misericordiosa presencia la caridad de los primeros Cristianos, de los Apóstoles, y de los Mártires. Concédenos que por esta casa, que ansía pertenecer a Ti completamente, otras familias puedan abrazar Tu caridad y que así, de familia en familia quiera todo el orbe someterse a Tu Realeza.

Oh Inmaculado Corazón de María, modelo perfecto de fidelidad a Nuestro Señor y de unión con El, extiende y afianza, en nuestros corazones y en nuestras familias el reinado de la caridad, el reinado del Sagrado Corazón de Jesús. Amén.