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Reportaje de Telemadrid

 

Programa 30 minutos emitido en Telemadrid el 28 de Marzo de 2010

El pasado 7 de febrero, el cardenal y arzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela dio una autorización para que los sacerdotes, religiosos y monjas acudiesen con plena libertad para participar en la procesión y en el rezo del rosario en Prado Nuevo, la finca campestre de El Escorial en que la vidente Amparo Cuevas afirma que se le apareció la Virgen. Dicho gesto del arzobispado refuerza el respaldo que ya recibieran los fieles de Prado Nuevo hace exactamente un año, cuando se autorizó la celebración de la misa los primeros sábados de cada mes. Muchos interpretan ese respaldo de la Iglesia como un importantísimo primer paso para reconocer en el futuro a Prado Nuevo como uno de los grandes centros de devoción mariana del mundo. Treinta Minutos se ha hecho eco de la decisión histórica del Arzobispado y ha sido testigo de cómo viven su fe los fieles devotos de la Virgen de los Dolores; un equipo del programa ha convivido con las personas consagradas, sacerdotes y laicos que han recogido el testigo de la obra que iniciara hace más de tres décadas Amparo Cuevas. El reportaje “Prado Nuevo: devoción Mariana” es la crónica de esa semana de convivencia dentro de las diversas comunidades religiosas que han surgido desde entonces.

Todo comenzó un domingo 14 de junio de 1981, cuando Amparo Cuevas, una sencilla mujer madre de siete hijos de la localidad madrileña de El Escorial, asegura que vio a la Virgen María sobre un fresno en la finca de Prado Nuevo. Desde entonces, este enclave se ha convertido en un importantísimo centro de devoción mariana. Hoy día, acuden a Prado Nuevo cada primer sábado (día en que Amparo Cuevas recibió los supuestos mensajes de la Virgen desde 1981 hasta 2002) miles de peregrinos de todas partes del mundo. ¿Qué sucede alrededor de ese humilde prado para que se hayan producido tantas conversiones de personas sin fe que han vuelto a reconciliarse con Dios y con la Iglesia?

“Prado Nuevo: devoción Mariana” refleja el trabajo de la comunidad de Hermanas Reparadoras, 80 religiosas que han consagrado sus vidas a la atención de los ancianos y enfermos que viven en varias de las residencias que han surgido dentro de la Obra. Muchas de estas religiosas explican que antes de visitar el prado eran personas que estaban completamente alejadas de la fe; reconocen que su contacto con otros fieles cambió sus vidas y que ese encuentro les ha hecho encontrar su camino. Similares testimonios han sido ofrecidos por los sacerdotes que han sido ordenados en el marco del seminario que hay en El Escorial, surgido a partir de las indicaciones de Amparo Cuevas, trasmisora de los mensajes de la Virgen. Además, Treinta Minutos ha asistido a una de las celebraciones del primer sábado, donde peregrinos procedentes de todas partes de España, Portugal, Francia y Latinoamérica acuden para demostrarle su fervor y su cariño a su Virgen de los Dolores.