«La ciencia más consumada es que el hombre bien acabe»
Mensaje del 20 de noviembre de 1981
«Diles que se humillen, que sólo los humildes pueden agradarme, hija mía»
Mensaje del 13 de noviembre de 1981 (II)
«Mi Corazón víctima se cansa de la ingratitud de mis amados hijos»
Mensaje del 13 de noviembre de 1981 (I)