Suele decirse que cuando se cierra una puerta, Dios permite que también se abra una ventana, y esa «ventana» fue, en su momento, el Centro de acogida de peregrinos «Ave María».
El primer quinquenio de los años 90 fue una etapa muy activa para los peregrinos y simpatizantes de Prado Nuevo. En mayo de 1991, una coalición entre el Partido Socialista e Izquierda Unida obtiene la alcaldía de El Escorial. Al nuevo Regidor y a su equipo de gobierno les empieza a resultar llamativa la ingente cantidad de autobuses y vehículos particulares que visitaban la villa de El Escorial, sobre todo los primeros sábados, con el único objetivo de rezar un Rosario. El número de «peregrinos» aumentaba mes a mes… ¿Cuál fue la actitud del gobierno municipal? Inexplicablemente, dedicar la práctica totalidad de la legislatura a atacar de diversas maneras al hecho religioso de Prado Nuevo… Cuando las multitudes pacíficas no hacían otra cosa que rezar devotamente en torno a un fresno, donde creían firmemente que se había manifestado la Madre de Dios, sin provocar trastorno alguno al municipio, salvo la incomodidad lógica de cientos de vehículos aparcados en los alrededores de la finca.
Uno de los instrumentos elegidos para intentar disolver el fenómeno religioso fue la firma del convenio urbanístico con los propietarios de la finca «Prado Nuevo»; la ejecución del mismo permitió al Ayuntamiento cerrar las puertas del Prado y expulsar a los peregrinos del mismo. Ante tamaña injusticia, los devotos de la Virgen siguieron rezando el Rosario fuera, ante la zona vallada, que los medios de comunicación calificaron como la «valla de la vergüenza». En esta ardua situación, los primeros sábados de mes había que pedir permiso a la Delegación del Gobierno en Madrid, para que en la carretera adyacente pudieran rezar el Rosario las miles de personas que se reunían en esas fechas. De forma reiterada, el Delegado del Gobierno socialista denegaba la concentración religiosa, y eran los tribunales los que la autorizaban mes a mes.
Acogida, rezo del Rosario y procesiones
La apertura de las puertas del local «Ave María» fue un rayo de luz para los peregrinos acosados por la Autoridad municipal; en sus instalaciones, al estar tan próximas a Prado Nuevo, se empezó a rezar el Rosario no solo los primeros sábados sino todos los días del año. Una copia de la pintura de la Virgen de Prado Nuevo se situó en una de las paredes del recinto, y los primeros sábados de mes comenzaron las procesiones con la talla de la Virgen Dolorosa, que se había esculpido tiempo atrás. Las instalaciones crecieron con la adquisición de “Nuevo Prado” —así se denominó—, terreno colindante con la nave industrial, y que aumentaba en 4 hectáreas el espacio disponible para los peregrinos.
Aprobaciones de la Iglesia
La afluencia de peregrinos a Prado Nuevo tuvo como respuesta de la Jerarquía la preocupación por su atención pastoral; a tal fin, fue realizando diversas autorizaciones para celebraciones puntuales, principalmente coincidiendo con el 14 de Junio (aniversario de la primera manifestación de la Virgen) o el 15 de septiembre (festividad de Ntra. Sra. de los Dolores). A partir del 7 de febrero de 2009, primer sábado de mes, el Cardenal Arzobispo de Madrid, D. Antonio Mª Rouco, concedió autorización para celebrar la Misa a los peregrinos todos los primeros sábados de mes. Con tan importante decisión, las instalaciones del Centro «Ave María» se tuvieron que adaptar para acoger los actos de culto, que ya serían habituales desde ese día: instalación del altar, ornamentos para decenas de sacerdotes, sillas, vallas y un largo etcétera, se pusieron de buen grado al servicio de los ilusionados peregrinos devotos de la Virgen, que desde los años 80 se desplazaban a El Escorial para rezar el Rosario, y gracias a esa decisión podrían participar también del Sacrifico de la Misa.
En una nueva muestra de sensibilidad pastoral, el Cardenal de Madrid, concedió celebrar el Triduo Pascual entre los días 5 y 8 de abril de 2012, en el centro de acogida «Ave María». Fue una concesión que agradecieron mucho los peregrinos y en la que participaron con especial devoción y entusiasmo. A partir de ese año, cada Semana Santa, los peregrinos tienen la oportunidad de vivir los días-cumbre del Año litúrgico con ese carisma «reparador» propio de Prado Nuevo.
Autorización de la misa en Prado Nuevo
El primer sábado de mayo de 2012, la Obra de El Escorial recibió una de sus aprobaciones más importantes: el Cardenal Rouco Varela concede la primera Misa en la misma finca de Prado Nuevo, y se celebra en acción de gracias por la autorización previa para la construcción de la «Capilla de Nuestra Señora de los Dolores». Desde entonces, el local «Ave María» se utiliza, con plena dedicación, como centro de acogida para peregrinos con zonas para comida, descanso, aparcamiento de coches y autobuses, aseos y zonas para reunión de grupos.
Por lo general, las instalaciones están abiertas los sábados, domingos y festivos, principalmente por la tarde, pero no son pocas las mañanas en días de diario que, a solicitud de algunos peregrinos mediante el correo info@pradonuevo.es, se abren las puertas para acoger a grupos procedentes de diferentes partes de España, o bien de Portugal, Francia, Italia, México, etc. En días desapacibles, por lluvia o frío intenso, las celebraciones litúrgicas se desarrollan en estas instalaciones, que se han ido transformando en un recurso fundamental para un mejor servicio y atención a todo aquel que quiera visitar Prado Nuevo en El Escorial.
(Revista Prado Nuevo nº 19.)