
Durante más de un cuarto de siglo, Neftalí ha conocido todas las vicisitudes acaecidas en Prado Nuevo de El Escorial. Ha participado del estupor y el asombro de la multitud al sentir el roce y la cercanía de Dios, que se hacía patente a través de modos y maneras no contemplados de modo habitual.
En alguna medida también, compartió la amargura de tantas persecuciones como los peregrinos de la Virgen tuvieron que soportar.
Las señales carismáticas en las que el poder de Dios se manifestaba fueron, en muchas vidas, motivo de conversión. A lo largo de los años, muchos pudieron escuchar en Prado Nuevo las misericordias del Señor, que manifestaba las grandezas del Cielo. O los ecos de quienes, rechazando la Gracia, se autoexcluyeron de la Misericordia.
Estas revelaciones privadas han roto muchos moldes. No estábamos acostumbrados a sentir tan de cerca las maravillas de Dios. Pocos testigos de los acontecimientos de Prado Nuevo podrán contar esta historia con la misma soltura y conocimiento de causa que lo hizo Neftalí.
El 25 de febrero del presente año 2025, nuestro querido hermano Neftalí entregó su alma al Señor; su legado, quedará en nuestro recuerdo y en las páginas de su preciada obra maestra, el libro “30 años de historia en la pluma de un testigo directo”.

BIOGRAFÍA
Neftalí Hernández Sánchez, nació en Salamanca en 1933, y el 25 de febrero de 2025 entregó su alma al Señor.
En Salamanca transcurre toda su adolescencia y de la que guardaba entrañables recuerdos.
Allí cursó los estudios de filosofía y teología en la Universidad Pontificia. Por entonces,realizó también sus estudios en aquellas aulas D. Antonio María Rouco Varela, el mismo a quien hoy nos honramos en tener como Arzobispo emérito de Madrid y Cardenal.
A comienzos de los años sesenta, se traslada a la capital de España, donde dedica su vida a la enseñanza, a la vez que colabora como corresponsal en algunos periódicos y revistas.
En septiembre de 1981, primer año de las denominadas «Apariciones de El Escorial», entra en contacto con estos fenómenos: «A instancias de un amigo —recuerda en las primeras páginas de su libro—, y por simple curiosidad, me acerqué por primera vez a Prado Nuevo. Confieso que llegué allí con total escepticismo. Incluso al ver a la buena gente rezando, sentí algo así como una cierta compasión ante tanta ingenuidad…».
Después, con el paso del tiempo, pudo comprobar cómo los acontecimientos de El Escorial iban influyendo benéficamente en miles de personas, y cómo suscitaban, al mismo tiempo, un rechazo visceral en otras.

Entrevista
Puede leer las entrevistas que le hicimos en 2016 al publicar su libro "Treinta años de historia en la pluma de un testigo directo" En estos enlaces:
