En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco precisó a quienes desean contraer matrimonio que, si su opción no es para siempre, mejor no se casen.
Ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Pontífice afirmó que “quien ama verdaderamente tiene el deseo y el valor de decir “para siempre” —“para siempre”— pero sabe tener necesidad de la gracia de Cristo y de la ayuda de los santos para poder vivir la vida matrimonial para siempre. No como algunos dicen: “hasta cuando dure el amor”. No: ¡para siempre! De lo contrario, mejor no te cases. O para siempre o nada”, precisó Francisco.
Por esto, continuó el Papa, “en la liturgia nupcial se invoca la presencia de los santos. Y en los momentos difíciles hay que tener el valor de levantar los ojos al cielo, pensando en tantos cristianos que han pasado por la tribulación, y han mantenido blancas las vestiduras de su bautismo, lavándolas en la sangre del Cordero: así dice el Libro del Apocalipsis”.
El Papa explicó también que “cuando dos novios consagran su amor en el sacramento del matrimonio, se invoca para ellos de nuevo –esta vez como pareja– la intercesión de los santos. Y esta invocación es fuente de confianza para los jóvenes que parten para el ‘viaje’ de la vida conyugal”.
“Dios nunca nos abandona: cada vez que lo necesitamos vendrá uno de sus ángeles a levantarnos e infundir consuelo. ‘Ángeles’ a veces con un rostro y un corazón humano, porque los santos de Dios están siempre aquí, escondidos entre nosotros”.
En su reflexión sobre el auxilio de los santos en el matrimonio, el Papa Francisco resaltó que “es difícil de entender y también de imaginar, pero los santos están presentes en nuestra vida. Y cuando alguno invoca a un santo o a una santa es precisamente porque está cerca de nosotros”.
Fuente: Aciprensa
Para leer el texto completo de la Audiencia General del miércoles 21 de junio: vatican.va