La Obra de la Virgen en Prado Nuevo ha asumido una nueva labor social en República Dominicana. Gracias a las manus longas de sus colaboradores en el país caribeño, ha distribuido productos de primera necesidad a reclusos de Najayo y a familias de Cañafístol que perdieron su hogar a causa de los recientes ciclones. Dos nuevos programas financiados por la Fundación Benéfica ‘Virgen de los Dolores’ de El Escorial, que responde a necesidades del país caribeño desde 2018.
Octubre es el mes del Rosario y también el mes de la Evangelización. María es Madre de la Iglesia y así animó a comunicar y a extender y hacer realidad su mensaje en Prado Nuevo a todos los rincones del mundo. Por este motivo, la internacionalización de su mensaje y de su extensión de atención a los más necesitados mira de nuevo hoy, de modo particular, a República Dominicana. La Jornada Mundial por la Evangelización de los Pueblos (DOMUND), que la Iglesia celebra este próximo domingo, pone en valor esta respuesta particular de una Obra nacida en el seno de la Iglesia a una demanda realizada por la propia Iglesia dominicana.
Productos de higiene personal a reclusos
La primera de las acciones tuvo lugar el pasado mes de agosto. Monseñor Masalles solicitó ayuda para abastecer de productos de higiene personal, ropa y medicamentos a reclusos de la cárcel de hombres ubicada en Najayo, que pertenece a la provincia San Cristóbal, al este de Santo Domingo. La iniciativa pudo abastecer a prácticamente la mitad de los 1.000 internos que acoge una prisión de condiciones extremas.
Jordy Beltre, coordinador de los colaboradores de la Obra de la Virgen en República Dominicana, explica que la jornada en que llevaron a cabo la acción de reparto de productos se inició con una Eucaristía en la capilla del propio centro penitenciario. En el reparto ayudaron miembros de la pastoral penitenciaria de Najayo.
Alimentos a familias afectadas por ciclones
Semanas después, la Fundación respondió del mismo modo a una nueva demanda de ayuda. La temporada de ciclones destruyó viviendas en Cañafístol, al sur de la isla, y desprotegió aún más a familias en situación de vulnerabilidad.
La Diócesis de Bení instaló inicialmente una carpa para acoger a quienes habían perdido sus hogares. La Fundación adquirió alimentos básicos, que sus colaboradores en República Dominicana repartieron a más de 170 familias. Entre ellas, ancianos y niños. La situación de estas familias es extremadamente adversa. Muchas de ellas perciben ayudas económicas del Plan Social de Presidencia de República Dominicana, que asciende a unos 2.000 pesos mensuales -equivalente a unos 20 euros-, explica Beltre. Por ello, la Fundación promoverá nuevas iniciativas de ayuda en los próximos meses.
La Obra de la Virgen Dolorosa crece en República Dominicana
Las acciones de ayuda a reclusos y familias en situación de vulnerabilidad se suman a las financiadas por la Fundación Benéfica Virgen de los Dolores en República Dominicana desde 2018 y desarrolladas por sus colaboradores en el país; laicos que han sentido la misma llamada de la Virgen a hacer realidad sin fronteras su mensaje en El Escorial.
La devoción mariana de Prado Nuevo y las necesidades sociales en el país caribeño están motivando nuevos programas de acción por parte de la Fundación Benéfica Virgen de los Dolores. “La Obra avanza”, afirmaba Beltre el pasado mes de marzo. En el ámbito social, el reparto de alimentos ha contemplado anteriormente también a otros grupos de destinatarios: mayores y niños, por un lado, e indigentes, por otro.