Hna. Marlene: “Algo me tocó en el interior. Solo tenía ganas de llorar. Solo sabía que tenía que volver. Aquí empecé a preguntarme por mi vocación y aquí encontré la respuesta”
Con cuatro años, participó en 1995 en la primera peregrinación portuguesa a Prado Nuevo. En sus primeras visitas dejaba un ramo de flores ante el árbol. Años más tarde, en su etapa universitaria, experimentó la necesidad de regresar y allí descubrió su vocación: Hermana Reparadora de la Obra de la...